Declaración doctrinal

UNA IGLESIA QUE AMA A DIOS Y A LAS PERSONAS

Los siguientes puntos reflejan la creencia de la iglesia en la organización tradicional de las nueve doctrinas fundamentales. La mayoría de los puntos presentan declaraciones resumidas y al menos un versículo clave que apoye la declaración o explicación.

La Biblia

  1. Creemos que la Biblia es la Palabra de Dios y es la base objetiva para conocer a Dios y Su relación con sus creaturas, especialmente con el hombre.
  2. Creemos que la Biblia es el producto de la revelación de Dios y la inspiración de Dios al hombre.
  3. Creemos que la revelación se refiere al acto por el cual Dios mismo se dio a conocer a los hombres. 
  4. La revelación general de Dios comprende la creación (Rom. 1:19-21; Sal. 19:1-4), la conciencia humana (Rom. 2:11-16) y la historia (Job 12:23; Dan 2:21; Hch 17:26). Esta revelación es general en el sentido que todos los hombres son testigos de ella y de esta manera pueden tener la certeza de la existencia de Dios.
  5. La revelación especial de Dios comprende los diversos medios que Dios usó para darse a conocer al hombre como visiones (Isa 1:1), sueños (Gen 20:3), ángeles (Dan 9:20-21), suerte (Éxo 28:30), entre otras. Esta revelación es especial en el sentido que fue la comunicación directa de Dios a ciertos individuos en épocas específicas de la historia. Creemos que la revelación especial de Dios tuvo su clímax en el Señor Jesucristo quién es la exhibición máxima de la gloria de Dios (Juan 1:14; Heb 1:1-2).
  6. Creemos que la inspiración se refiere al acto por el cual Dios aseguró de forma sobrenatural que cierta revelación quedara registrada de forma escrita en los escritos originales usando a hombres y los medios normales de comunicación y lenguaje (2 Tim 3:16-17; 2 Ped 1:19-21). Esto significa que Dios usó en el Antiguo Testamento el hebreo y arameo, y en el Nuevo Testamento el idioma griego. La inspiración asegura que también los escritores humanos escribieron con certeza datos geográficos, científicos, históricos que deben tomarse como fidedignos de acuerdo con el propósito de Dios.
  7. Creemos que tenemos la Palabra de Dios preservada de forma oral y escrita a través de manuscritos; y que estos manuscritos fueron reconocidos como inspirados y autoritativos a través de un proceso de canonicidad en los sesenta y seis libros que leemos en nuestras Biblias.
  8. El proceso de la preservación comprende la protección sobrenatural de Dios sobre Su palabra escrita (2 Cro 34:14-15; Dan 9:2), pero también la responsabilidad humana de copiar y transmitir Su palabra a las siguientes generaciones del mundo (Deu 6:4-9; 17:18)
  9. El proceso de canonicidad es atestiguado más por el resultado que por el método de reconocimiento. Esto significa que desconocemos en parte las reglas y métodos exhaustivos que los creyentes usaron para identificar los escritos provenientes de Dios. Sin embargo, creemos que los creyentes usaron las siguientes normas para reconocer el origen divino de algún escrito inspirado por Dios.
  10. Los hombres reconocieron un escrito divino por la frase “así dice Jehová” “Dios dijo” “vino palabra de Jehová” entre otras. Estas frases del Antiguo Testamento principalmente muestran que los escritores estaban recibiendo algo que venía directamente de Dios. En el Nuevo Testamento, Cristo asegura la inspiración a los apóstoles al decirles que el Espíritu Santo les “recodaría” las palabras de Cristo (Juan 14:26) y les “guiaría a toda verdad” (Juan 16:13). De tal manera, que Pedro estima los escritos de Pablo al mismo nivel que el Antiguo Testamento (2 Ped 3:15-16)
  11. Creemos que los escritos originales (i.e. la autógrafa) fueron solamente inspirados. Después en diversas maneras se hicieron copias de los originales de tal manera que hoy existen muchos manuscritos en diversas partes del mundo que dan testimonio objetivo de la preservación de la Palabra de Dios. Creemos que la preservación de la Palabra de Dios también se ha extendido de copias en los idiomas originales hasta la traducción en los diversos idiomas del mundo (e.g. inglés, español, alemán, etc.). Un ejemplo dentro de la propia Escritura se encuentra en el uso del Señor Jesucristo y los apóstoles de la Septuaginta (LXX), la traducción del Hebreo al Griego comenzada antes de Cristo.

Dios

  1. Creemos que la existencia de Dios se da por hecho a través de las Escrituras (Gen 1:1). Sin embargo, existen tres argumentos que nos ayuda a comprobar su existencia sin usar la Biblia para aquellos que demandan una razón lógica y coherente de la existencia de Dios.
  2. La necesidad de explicar el origen del universo demuestra la existencia de Dios.
  3. El diseño y funcionamiento del universo, la naturaleza (i.e. plantas y animales) y el hombre mismo exhiben la obra inteligente de alguien.
  4. La naturaleza moral del hombre y las formas objetivas en que el hombre percibe lo bueno y malo exhiben la naturaleza semejante de alguien con las mismas características.
  5. Creemos que Dios es el Creador de todas las cosas, visibles e invisibles (Gen. 1:1; Isa 40:28; 45:2; Juan 1:3; Col. 1:16). Creemos que Dios sigue sosteniendo su creación y mantiene un gobierno en el cual todas los eventos y personas están cumpliendo Sus propósitos eternos (Col 1:17; Heb 1:3). La descripción del constante gobierno de Dios y Su sostenimiento se describe como providencia (Sal 135:5-7; Mat 5:45).
  6. Creemos que Dios es espíritu (Juan 4:24). Creemos que Dios existe en una sola esencia o sustancia (Heb 1:3) y que a la misma vez existe en tres personas diferentes. Así, la palabra que describe la naturaleza de Dios es la Trinidad. Este tipo de existencia es difícil de explicar con la lógica humana y con paradigmas físicos. La existencia de Dios en tres personas se evidencia por las declaraciones bíblicas donde Dios mismo habla de Sí como un solo Dios, hablando de singularidad y unidad (Deu 6:4; Efe 4:6; 1 Cor 8:6; 1 Tim 2:5). Además, se evidencia por las declaraciones de que dentro de esa sola Divinidad coexisten tres personas (Gen 1:26; Isa 6:8; Mat 28:18; Efe 4:3-6; 1 Ped 1:2).
  7. Creemos que la auto-revelación de Dios se hace a través de Sus nombres (Éxo 3:13-14; 6:2-8) y atributos (Éxo 34:6-7). Estos describen en alguna manera alguna característica distintiva de la naturaleza de Dios y Su obra para con Sus creaturas. Estos nombres o atributos en ninguna manera son resultado de la percepción o imaginación humana.

Cristo

  1. Creemos que Cristo es el Hijo de Dios (Juan 1:14, 28). Creemos que Él existe junto con el Padre desde la eternidad (Juan 17:5, 24) y que posee todos los atributos de Dios. Creemos que cuando la Biblia usa la palabra primogénito no se está refiriendo a que Él no es un ser creado sino que esta palabra enfatiza Su naturaleza y posición (Col 1:15, 18).
  2. Creemos que Cristo posee una doble naturaleza no mezclada ni dividida (Juan 1:14; Luc 2:52). Esto significa que Él es completamente Dios y completamente hombre. 
  3. Creemos que como Dios, Él exhibió atributos tales como omnipotencia (Juan 11:38-44), omnisciencia (Juan 4;29) y omnipresencia (Mat 18:20). Él también ha hecho obras que solamente Dios puede hacer como perdonar pecados (Mar 2:1-12), participar en la creación (Juan 1:2), sostener la creación (Col 1:17), entre otras.
  4. Creemos que como hombre, Su naturaleza humana comenzó por la obra sobrenatural del Espíritu Santo en la concepción virginal (Luc. 1:34-35). Él tenía un cuerpo completamente humano de manera que fue reconocido como un hombre (Luc 2:52). Experimentó el hambre (Mat 4:2), la sed (Juan 19:28), el sueño (Mat 8:24) que son las necesidades básicas humanas. Además, exhibió características emocionales humanas como tristeza (Mar 3:5), enojo (Mar 3:5), compasión (Mar 6:34), entre otras. La evidencia más grande de Su humanidad fue que murió en la cruz del Calvario a través de ser sentenciado a la crucifixión (Mar 15:35-37).
  5. Creemos que Su obra terrenal cumplió el propósito de Dios al proveer salvación y perdón a los hombres.
  6. Creemos que los eventos enfatizados en los evangelios como Su bautismo, tentación, transfiguración y una descripción extendida de Su muerte enfatizan Su obra redentora. Esto quiere decir que Su vida justa sin pecado, Su obediencia perfecta junto con Su muerte en la cruz fueron la base para la obra de salvación (Rom 5:18-19; Heb 10:10).
  7. Creemos que Cristo realmente murió en la cruz y que fue sepultado en una tumba (Mat 27:27-61).
  8. Creemos que Su ministerio actual comenzó con Su resurrección y que continúa obrando desde el cielo entronizado a la diestra de Dios.
  9. Creemos que la resurrección de Cristo consiste en que Su cuerpo y espíritu se unieron nuevamente y fueron transformados de tal manera que Cristo jamás volverá a morir (1 Cor 15:20-23). Creemos que la resurrección dotó a Cristo de capacidades sobrenaturales como traspasar paredes y aparecer y desaparecer en un instante (Juan 20:19). Creemos que la resurrección de Cristo es el modelo para la resurrección de todos los creyentes y que Su resurrección no fue sólo de espíritu, ya que Tomás uno de sus discípulos fue capaz de tocarlo en las manos y el costado (Juan 20:27-28).
  10. Creemos que después de la resurrección Cristo estuvo con Sus discípulos alrededor de cuarenta días (Hch 1:3). Creemos que según la promesa del Espíritu Santo que vendría diez días después de Su resurrección, Él ascendió al cielo de forma corporal de tal manera que los discípulos le vieron físicamente ascender en una nube (Hch 1:9-11; 1 Tim 3:16).
  11. Creemos que la venida del Espíritu Santo descrita en Hechos 2 es la confirmación del entronamiento de Cristo (Hch 2:32-33). En ese trono intercede por los creyentes (Heb 7:25) y prepara una morada (Juan 14:2) en lo que espera el tiempo apropiado para regresar a la tierra a juzgar (Juan 5:26-29) y reinar conforme todas las promesas que el Antiguo Testamento anticipó (Apo 19:6).

Espíritu Santo

  1. Creemos que el Espíritu Santo es Dios y que existe con Cristo y el Padre desde la eternidad (Heb 9:4). Creemos que el Espíritu Santo es una persona ya que exhibe las características de personalidad que son intelecto (1 Cor 2:10-11; Rom 8:27), sentimientos (Efe 4:30) y voluntad (Hch 16:6-11; 1 Cor 2:11).
  2. Creemos que el Espíritu Santo exhibe atributos de Dios como omnisciencia (Isa 40:13; 1 Cor 2:12), omnipresencia (Sal 139:7) y omnipotencia (Job 33:4; Sal 104:30).
  3. Creemos que el Espíritu Santo ha realizado obras que solamente Dios puede hacer. Él participó en la creación del mundo (Gen 1:2), Él sostiene la creación actual del mundo (Sal. 104:30), Él es quién aplica de forma sobrenatural todos los beneficios de la salvación obtenidos por Cristo y sigue obrando en la conformación del creyente a la semejanza de Cristo (Rom 8:2, 4, 5, 9, 11, 13, 14; 2 Cor 3:18).
  4. Creemos que la obra del Espíritu Santo en el Antiguo Testamento es diferente a la del Nuevo Testamento, incluyendo el tiempo actual.
  5. Creemos que desde Su venida en Pentecostés (Hch. 2), Él bautiza a los creyentes en el cuerpo de Cristo (Gal 3:27; 1 Cor. 12:13) y une a los creyentes a Cristo (Rom. 6:3-5). Creemos que Él mora de forma permanente en los creyentes y que los cuerpos de los creyentes son Su templo (Rom 8:9; 1 Cor 3:16). Además, el Espíritu Santo sella a los creyentes de forma que son posesión de Dios (Efe 1:13) y ese sello es una garantía de las recompensas futuras.
  6. Creemos que el Espíritu Santo obra actualmente en los creyentes consiste en transformarlos a la imagen de Cristo (Rom. 8:29) a través de controlarlos (i.e. la llenura) (Efe 5:18) y producir en ellos las virtudes morales de Cristo (i.e. plenitud) (Efe 4:13).
  7. Creemos que los dones sobrenaturales del Espíritu Santo han cesado ya que según Hebreos 2, el propósito principal de los dones de sanidad, milagros, idiomas, entre otros se llevaron a cabo para confirmar el mensaje de Dios a través de los apóstoles y discípulos después del Pentecostés. No dudamos que Dios sea capaz de obrar de forma milagrosa en las personas, sin embargo, no creemos que un creyente puede reclamar para sí mismo la capacidad de hacer milagros como un instrumento directo de la obra del Espíritu Santo.

Los Ángeles

  1. Creemos que los ángeles son seres espirituales creados por Dios (Sal 148:5; Heb 1:14). Creemos que su naturaleza es diferente a la del ser humano (Heb 1:7; Sal 8:5). Creemos que su naturaleza es espiritual y que esto significa que no todos tiene forma corporal. Creemos que la Biblia muestra de forma descriptiva y no prescriptiva la forma en que se han aparecido a los hombres. Ellos por ser de naturaleza espiritual no tiene un sexo definido como hombre o mujer (Luc 20:34-36). No obstante, en muchas ocasiones la Biblia se refiere a ellos como varones (Luc 24:4).
  2. Creemos que los ángeles tienen una organización dentro la esfera espiritual que no puede ser detallada extensivamente (Apo 4:6-11). Creemos que la Biblia habla de un arcángel llamado Miguel (Judas 1), un ángel llamado Gabriel (Dan. 9:21; Luc. 1:19), serafines (Isa. 6:2), querubines (Gen 3:24), y que posiblemente hay otro tipo de ángeles que no están detallados en la Biblia.
  3. Creemos que el propósito principal de los ángeles consiste en alabar a Dios (Apo 5:8-13) y servir a Sus propósitos (Mat 4:11). Nuevamente, la Biblia describe que Dios los ha usado para ejecutar juicio (Isa 37:36), contestar oraciones (Hch 12:5-10), proclamar mensajes, entre otras (Hch 27:23-24).
  4. Creemos que ellos por ser creaturas no deben ser adorados y que los creyentes de hoy en día no deben usar ángeles como intercesores para con Dios (Apo 22:9).
  5. Creemos que Satanás es un querubín que fue la primera persona en el universo en cometer un pecado (Eze 28:11-19). Creemos que los pasajes claves de Ezequiel e Isaías 14 hablan descriptivamente de Su creación y caída para sencillamente describirlo como el ser en quien comenzó el pecado (1 Jn 3:8). Creemos que no se puede explicar o argumentar el origen del pecado en Satanás ya que la evidencia Bíblica es escasa para hacerlo.
  6. Creemos que su propósito principal desde su caída es ser semejante a Dios (Eze 28:16; 1 Tim 3:6). Él busca oponerse a los planes de Dios desde la creación del mundo (Gen 3:1-5).
  7. Creemos que la Biblia describe a Satanás con nombres como el padre de mentira (Juan 8:44), el tentador (Mat 4:3), el calumniador (i.e., diablo Apo 12:9), entre otros. Creemos que esos nombres describen su naturaleza y obra.
  8. Creemos que la obra de Satanás siempre está sujeta a la voluntad permisiva de Dios (Job 1:12; Luc 22:31). Esto significa que Satanás no puede obrar libremente en el mundo para hacer lo malo sin que Dios permita que lo haga. Creemos que Dios le dio de una forma limitada la capacidad de obrar en el “mundo” y que esta palabra no siempre se refiere a los seres o los habitantes del mundo. Las veces que la palabra mundo tiene una relación con Satanás se refiere a un sistema de valores, creencias, actitudes y acciones que se oponen a Dios, Su persona y Su obra (Efe 2:2; 1 Jn 2:16).
  9. Creemos que Satanás fue derrotado en la Cruz del Calvario (Col 2:15). Creemos que desde que Dios lo juzgó en el cielo, él ha experimentado de varios juicios divinos y que está por experimentar en el futuro un juicio final en el que será echado a un infierno de fuego y azufre (Juan 16:11; Apo 20:10).

El Hombre

  1. Creemos que el hombre y la mujer fueron creados directamente por Dios (Gen 1:26-27, 5:2; 6:6). Creemos que la naturaleza del hombre refleja la naturaleza de Dios ya que según Génesis 1, el hombre (i.e. hombre y mujer) fue creado a Su imagen y semejanza (1 Cor 11:9). Estas dos palabras describen sus propiedades naturales y funcionales. Creemos que los dos primeros hombres sobre la tierra fueron Adán y Eva. Creemos que Eva es la madre de todos los seres humanos que existen sobre la tierra (Hch 17:26).
  2. Creemos que el género está directamente relacionado con el sexo biológico con el que el hombre y la mujer fueron creados. Esto significa que reconocemos solamente dos géneros, hombre y mujer. Creemos que estos dos sexos cumplen su funcionamiento complementario en la procreación y multiplicación de la raza humana.
  3. Creemos que al hombre se le dio un mandato cultural que consistía en el desarrollo de la civilización por someter y sojuzgar la tierra (Gen 1:26). Esto significa que entre los propósitos de Dios todo tipo de avance benéfico para los seres humanos estaban incluidos en el mandato cultural. Creemos que el desarrollo de todas las artes y ciencias son reflejo de la naturaleza creadora de Dios en los hombres.
  4. Creemos que el hombre y la mujer están formados de una parte inmaterial y una parte material.
  5. Creemos que la parte material se refiere al cuerpo físico con todos sus órganos y todas sus capacidades humanas (Gen 2:7; 1 Cor 6:20).
  6. Creemos que la parte inmaterial está constituida de espíritu y alma (1 Tes 5:23). Creemos que la Escritura muchas veces usa términos intercambiables o que dentro de estos términos describe otras facetas humanas. Por ejemplo, la Biblia usa la palabra corazón para referirse a la capacidad cognitiva (Zac 8:17), afectiva (Juan 16:6) y volitiva del hombre (Mat 15:19).
  7. Creemos que los hombres fueron creados para tener una relación con Dios y para servir a Dios dentro de esta relación (Isa 43:7; 1 Cor 1:9; 1 Jn 1:3; Apo 4:11).
  8. Creemos que Adán y Eva, y los hijos que ellos tuvieron, perdieron la naturaleza sin pecado con la que habían sido creados al desobedecer el mandato de Dios de no comer del árbol de la ciencia del bien y del mal (Gen 5:3).
  9. Creemos que el pecado originado en Satanás se introdujo al ser humano por la desobediencia (Rom. 5:18-19).
  10. Creemos que el pecado trajo resultados negativos inmediatos a los seres humanos como el cansancio en el trabajo (Gen 3:19), el dolor del alumbramiento (Gen 3:16), y la lucha matrimonial entre hombre y mujer (Gen 3:16). Además, otros resultados negativos son descritos en la Biblia como una voluntad obstinada hacia lo malo (Rom 8:7), una mente incapaz de percibir todo asunto espiritual (Rom 3:10-18; Efe 4:17).
  11. Creemos que el pecado hizo que la naturaleza original del hombre fuera corrompida de modo que los hijos de Adán y Eva nacieron con una tendencia a pecar por la naturaleza pecadora que les fue transmitida por medio de la concepción (Sal 51:5).

La Salvación

  1. Creemos que la salvación se refiere a la obra completa de Cristo y su aplicación a los hombres.
  2. Creemos que la necesidad de salvación está en todos los seres humanos sin importar su sexo, identidad étnica, religión, estatus social, etc. Creemos que todos los hombres son culpables delante de Dios por el pecado que mora en ellos (Stg 2:10) y que se demuestra en sus propios actos pecaminosos (Rom 3:9, 23; 6:23).
  3. Creemos que el requisito para la salvación de los hombres es fe en la obra completa de Cristo en la cruz (Rom 3:22, 25, 30; Efe 2:8). Esto significa que el hombre debe creer que Cristo ha pagado toda la deuda y castigo que el hombre debería pagar delante Dios para ser perdonado del pecado.
  4. Creemos que la fe verdadera está unida a un arrepentimiento genuino (Hch 20:21). El arrepentimiento consiste en un cambio radical que incluye las capacidades cognitivas, afectivas y volitivas del hombre (2 Cor 7:10-11). De modo que cada persona cambia radicalmente de pensar en sí mismo, su pecado y la obra de Cristo.
  5. Creemos que la fe verdadera implica el conocimiento correcto de Cristo y Su obra (Rom 10:17), la aceptación de que lo que la Biblia dice sobre Cristo (Juan 11:25-27) y Su obra es verdad y que estas dos resultan en un descanso determinado en la persona y obra de Cristo (Rom 10:10-11).

Los Últimos Tiempos

  1. Creemos que Cristo regresará para arrebatar a Su iglesia para estar con Él (1 Tes 4:13-18). Creemos que el arrebatamiento de la Iglesia sucederá antes del comienzo de la última semana de la profecía de las setenta semanas de Daniel (i.e. nuestra posición del arrebatamiento es pretribulacional).
  2. Creemos que la semana número setenta de la profecía de Daniel se refiere a la semana de la gran tribulación que el Señor hace referencia en Su sermón del Monte de los Olivos (Dan 9:24). Esta semana comienza según Daniel con la firma de un pacto entre el Anticristo e Israel (Dan 9:27). A la mitad de los siete años el Anticristo romperá el pacto para establecer un reino en el que Él será la persona principal para gobernar y adorar (Dan 9:27; Mat 24:15; 2 Tes 2:4).
  3. Creemos que el Anticristo será un líder político que gobernará al mundo (2 Tes 2:3-4). El Anticristo es nombrado en el libro de Apocalipsis como la primera bestia (Apo 13:1-10).
  4. Creemos que habrá un Falso Profeta que ayudará cumplir los propósitos del Anticristo. Él se encargará de dirigir la adoración hacia él y castigar a aquellos que se nieguen. Él es nombrado en el libro de Apocalipsis como la segunda bestia (Apo 13:11-18).
  5. Creemos que al final de la tribulación el Anticristo dirigirá una guerra mundial hacia el territorio de Israel para destruir al país (Dan 11:36-45). Antes que el Anticristo pueda cumplir su plan de destrucción, Cristo regresará para juzgar al Anticristo y a todas las personas que le ayuden en su guerra con Israel (Apo 19:11-21). Esta guerra es descrita en Apocalipsis con el nombre de lugar llamado Armagedón o valle de Meguido (Apo 16:16).
  6. Creemos que esta batalla dará pie al establecimiento del reino terrenal de Cristo por un período de mil años literales (Apo 20:4-7). Durante estos mil años, la iglesia reinará con Cristo sobre la tierra a las personas que hayan sobrevivido de la tribulación. Creemos que la población de la tierra habrá menguado, pero que después podrán multiplicarse nuevamente para poblar la tierra y vivir bajo el gobierno de Cristo.
  7. Creemos que la profecía del reinado literal de Cristo por mil años es necesario para cumplir las promesas de la tierra a Abraham (Gen 12:7; 17:8). Esta promesa asegura que sus hijos heredarán desde el gran río Nilo en Egipto hasta el Éufrates en el actual Iraq. Además, se cumplirá la promesa de un heredero del trono de David que se sentará perpetuamente en su reino y cumplirá todas las promesas del Mesías (2 Sam 7:12-17; Apo 3:7; 5:5; 22:16).
  8. Creemos que antes del milenio sucederá la llamada primera resurrección que se refiere a un período de resurrecciones en que los justos de todas las edades serán transformados para que sus almas y espíritus se unan nuevamente a sus cuerpos para nunca más morir.
  9. Creemos que durante el milenio, Satanás será atado para no engañar a las naciones. Sin embargo, al final del milenio será desatado para intentar nuevamente hacer guerra contra Cristo en Jerusalén. Cristo destruirá nuevamente a los ejércitos y después será arrojado al lago de fuego donde ya residen el Anticristo y el Falso Profeta.
  10. Creemos que después de esta guerra sucederá otra resurrección de todas las personas inconversas. Estas comparecerán en lo que Apocalipsis describe como el Gran Trono Blanco, en el cual serán juzgados por sus obras. En este juicio el que no fue hallado en el libro de la vida será lanzado al lago de fuego.
  11. Creemos que después de este último juicio sobre las personas y la tierra. Cristo restaurará la tierra por renovación o destrucción según nuestro entendimiento de la declaración de Pedro (2 Ped 3:10-12). En esta renovación habrá un nuevo cielo y tierra nueva y una sola ciudad llamada la Nueva Jerusalén. En esta ciudad vivirán todos los justos de todas las edades para siempre con Dios (Apo 21:1-22:5).